Muchos lectores me han preguntado por qué escogí Sevilla como uno de los escenarios principales de la saga de La Marca de Odín. En esta nueva entrega de la serie ‘Tras la Marca de Odín’ voy a profundizar sobre el origen, motivos e implicaciones de esta decisión que marcó, nunca mejor dicho, la evolución de esta historia que he creado.
Cuando uno se plantea escribir un libro, pasan muchas cosas por su cabeza. Sueños, ideas, inspiraciones, influencias, experiencias vividas, etc. También uno piensa hacia quien va a ir dirigido su libro, si un mercado local, o internacional. De hecho, si os fijáis muchos autores, aún siendo españoles, centran sus historias en localizaciones internacionales como Nueva York, Londres, París. Lugares muy reconocidos, pero que a la vez, ya han sido usados hasta la saciedad.
En mi caso, escoger Sevilla como una de las principales localizaciones de la saga de ‘La Marca de Odín’ ha venido motivado por una confluencia de razones.
La primera es que la chispa que dio vida a este universo, fue una visión, un sueño que tuve despierto hace años cuando conducía de regreso a Sevilla. Estaba entrando por la autovía de Huelva, y al llegar a Sevilla esta hace una gran bajada desde la que se tiene una panorámica de toda la ciudad. En esa visión, ese sueño, vi la ciudad y su cielo y algo que sucedía. Ese fue el primer imperativo.
El segundo es que tras vivir en Sevilla tantos años, me he enamorado de ella, con sus virtudes y defectos. Y sentía la necesidad de utilizarla en esta historia, de mostrarla ante una situación y unos hechos como nunca antes nadie había hecho. Quería dar a conocer Sevilla como algo más que sólo un sitio donde vivir la experiencia de la Semana Santa, para el que le guste, o de la Feria de Abril. Es una ciudad con una filosofía de vida que me encanta y que cuenta con grandes genios, innovadores y emprendedores. Se merecía, por tanto, ser protagonista también de este proyecto innovador.
El tercero es que, aún siendo una ciudad de España relativamente pequeña, si la comparamos con la importancia de Madrid y Barcelona, su conocimiento fuera de nuestras fronteras es muy alto. Aunque solo sea por los clichés del flamenco y las corridas de toros, Sevilla es una ciudad conocida en todo el mundo. Más importante, muy atractiva turísticamente y que es un gran reclamo para el público asiático y americano, entre otros.
Sevilla es una ciudad con una larguísima historia. Lugar de encuentro de las mayores civilizaciones de la humanidad. Por ella pasaron pueblos como los tartesos, fenicios, griegos, romanos, godos, árabes, japoneses, etc. ¡Incluso los vikingos fueron en su búsqueda! Mezclarla con una trama moderna, con claros tintes de ciencia ficción, con el Centro Aeroespacial Europeo, y ese trasfondo misterioso de mitología nórdica y la leyenda de Hyperborea, ofrece una serie de contrastes que, narrativamente me parecieron muy ricos e interesantes.
Y aún queda lo mejor, según avancéis en la saga comprobaréis como también la ciudad y sus habitantes irán cambiando, evolucionando, adaptándose a los complejos sucesos que tendrán lugar. Que no os quepa duda, Sevilla aún tiene que dar mucho de que hablar dentro de la historia de ‘La Marca de Odín’.
Xavier Marcé