A finales de 2007, poco antes de las elecciones generales de España de enero de 2008, era patente el disgusto general de la sociedad española con la clase política. Mientras que la crisis económica internacional desde el famoso crack del 29 hacía mella en todo el mundo y, con especial crudeza, en España, tanto el gobierno como los partidos opositores no hacían más que lanzarse acusaciones unos a otros sin plantear soluciones de futuro. El pueblo español había perdido completamente la fe en sus dirigentes y así lo reflejó en las urnas, votando masivamente en blanco. Algo completamente inaudito en la historia de la democracia moderna.
Los partidos políticos tuvieron que entonar el mea culpa y aceptar que esta vez no había vuelta atrás. Se realizó un encuentro entre todas las fuerzas políticas en la ciudad de Cádiz, cuna de la Constitución de 1812, donde acordaron convocar nuevas elecciones a los seis meses en el llamado ‘Pacto de Cádiz’.
Los ciudadanos no se contentaron con esa medida, querían un cambio real, no repetir unas elecciones para obtener los mismos resultados. Las movilizaciones fueron totales, no sólo en las calles, sino dentro de los mismos órganos de gobierno de los partidos políticos. Las principales fuerzas del país entraron en profundas crisis experimentado escisiones en sus fueros internos. Nuevos políticos y tecnócratas emergieron a la luz pública con ideas innovadoras y energías renovadas formando nuevas agrupaciones políticas.
De entre todas estas nuevas figuras públicas, destacaría en especial la de Manuel Alonso. Un joven empresario que, con tan sólo cuarenta años, había logrado posicionar a su empresa de investigación y desarrollo como una de las más reconocidas a nivel internacional. Profundamente afectado por la situación económica tan grave, entendió que el país necesitaba cambios estructurales profundos para volver a ser competitivo y remediar todos los problemas existentes.
Su discurso caló hondo en casi todos los estratos sociales y atrajo hacia sí a los valores más emergentes de las antiguas formaciones, tanto de la izquierda como de la derecha, creando una formación política llamada PU (Partido por la Unión).
Así, en las elecciones del 29 de junio de 2008, el PU, fundado tan sólo unos pocos meses antes, logró hacerse con el poder tras conseguir más del 60% de los votos de los ciudadanos españoles. En la que pasó a ser una de las convocatorias a urnas con mayor participación de la historia de España, desde el fin del Franquismo y la llamada Transición Democrática. Manuel Alonso fue proclamado presidente del gobierno de España y en su discurso inaugural no solamente prometió solucionar la grave crisis que afectaba al país. Sus principales objetivos partían de la reforma estructural del tejido productivo de España. Hasta ese momento gran dependiente de la construcción, para centrarlo en potenciar la industria turística y, sobre todo, convertir al país en un referente en cuanto a la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y productos. Su sueño era el de una España de servicios, pero a la vez, una nación capaz de ser un referente en la innovación y un actor clave en las relaciones internacionales.
Tras más de dos años desde que llegara al poder, se podía decir que el nuevo gobierno del PU no se había limitado a las palabras, sino que había trabajado mucho para convertir en realidad ese sueño. Se potenció la imagen del país de cara al turismo internacional. Se invirtió en nuevas infraestructuras y calidad de servicios. Obteniendo los primeros frutos en el verano de 2010, al superarse el récord de turistas. Por otro lado, a finales del verano de 2009, se había logrado un acuerdo transcendental, con el apoyo de Estados Unidos, para que el nuevo Centro Aeroespacial Europeo se construyera en España, en concreto en la ciudad de Sevilla.
RUMORES
Sin duda, los logros del PU han sido notables. Aun así hay gente que no está contenta con el nuevo status quo de España. Personas influyentes a las que estos cambios han perjudicado notablemente y que harían lo que fuera para volver a la situación anterior. Sea como sea, los miembros del PU, con el presidente Manuel Alonso, se sienten con mucha fuerza y energía para seguir con la línea de progreso que han marcado. Y por el momento, gozan del máximo apoyo internacional. Especialmente de Estados Unidos, país que ha resultado ser un aliado imprescindible para el PU y España. Motivo por el que ha sido invitado a asistir y participar en la gran exhibición militar que se celebrará en Sevilla con motivo del Día de la Hispanidad.
https://www.youtube.com/watch?v=EnIdjxvICKI